PRIMERA PARTE
Muchas veces hemos escuchado que platicar del pasado, de eso que
en su momento pudo hacernos daño, es sanador, también crecemos romantizando la
imagen de la madre y satanizando a los padres en muchas ocasiones, pero la
verdad, ni las madres son santas, ni los padres son demonios.
Cuándo un adulto
se aleja de su madre suele ser fuertemente criticado, pero, se han preguntado
¿qué hay de tras? Sí, es verdad, puede ser una persona mezquina y mal agradecida
o puede ser un adulto peleando con sus fantasmas, tratando de sanar heridas y
protegiéndose.
Hoy quiero contarles una historia que no romantiza a la madre,
que muestra esa otra cara de la moneda que es aún más común de lo que creen, a
muchos nos adoctrinan desde niños con una imagen de la madre que puede ser
caricaturesca, donde como hijos no tenemos derecho a juzgar, opinar o siquiera a
defendernos, debemos aceptarlo todo y callar, pero no es así.
En mi casa, somos
3 hermanos, siendo yo la más pequeña, ellos me llevan 15 y 17 años, nuestra
madre, siempre fue una mujer mezquina, ajena a sus hijos y familia, cruel en
muchas ocasiones, nos educó con el cinturón en la mano, inculcando miedo en vez
de respeto y sin una gota de amor, honestamente no recuerdo una sola caricia de
su parte que no viniera acompañada de un cinturón, palabras de amor o si quiera
algo de respeto.
Mis hermanos fueron el fruto de un matrimonio que se llevó
acabo como un intento de escape de un padre autoritario, abusivo y una madre
sumisa pero sumamente amorosa, lo que el marcaba con golpes ella lo curaba con
amor, muy joven se casó para huir con un hombre guapo pero tan inmaduro como
ella, que en la historia familiar, como pasa con muchos hombres, seria
fuertemente juzgado, sentenciado y olvidado, francamente conozco poco los
eventos por que como les comente renglones atrás, yo llegue a este mundo muchos
años después.
Él fue un padre ausente, ella una madre que en realidad no quería
ser madre, vale la pena hacer un paréntesis a aquí, no todas las mujeres por el
hecho de su género desarrollamos ese instinto materno, yo no lo tengo, y ella
tampoco lo tenía, siempre he creído que hay una parte en su cerebro que se dañó
o nunca se desarrolló, donde el amor por los hijos y familia de sangre nunca
existió, pero eso lo entenderán más adelante.
Mis hermanos se llevan 2 años
entre ellos, así que crecieron juntos, lo que fue de mucha ayuda porque se
acompañaron, también tuvieron el apoyo de los tíos y abuelos, su padre huyo de
nuestra madre, y claro, se desentendió de ellos, ella... cegada por el coraje
(es un ser sumamente iracunda) paso esa parte de su vida tratando de vengarse
por el abandono, después de mucho esfuerzo logro embargarle un auto y meterlo a
la cárcel por falta de pago de la pensión alimenticia, eso de la cárcel es algo
que presume con mucho orgullo, aunque la pensión le interesaba, le mueve el
dinero, en esa acción vio su venganza culminada, de forma muy sutil enveneno la
mente de mis hermanos y al fin los alejo para siempre de su padre, causando una
herida profunda que jamás ha podido sanar.
Los abuelos
maternos, sobre todo la abuela fueron un gran apoyo para mis hermanos, y para
ella, logro evadir en gran manera sus responsabilidades pues la crianza de sus
hijos se llevó a cabo por sus hermanos y padres, mi hermana era muy traviesa,
la versión femenina de Daniel el travieso, el terror de los profesores,
peleonera y bromista, se llevaba la mayor parte de la ira de nuestra madre,
cada que hacia travesuras era golpeada con saña a forma de correctivo, a los
pocos años ideo un método para protegerse un poco, se ponía revistas y comics
en los pantalones para que los cinturonazos no le hicieran tanto daño, creció
para volverse un tanto extrovertida, amiguera, reparte amor, mientras que mi
hermano era un niño tranquilo, un poco nerd, aprendió a ocultarse en si mismo,
es Ing. En sistemas, por lo que una computadora se volvió su mejor amiga,
creció callando, tragándose cada sentimiento de dolor, abandono e ira, se reprimió
a tal grado que genero obesidad mórbida a corta edad, creyó que el silencio era
su mejor amigo, pero con el paso de los años se ha vuelto la daga que lo va
hiriendo más y más.
Continuara...