El 2020 ha sido un año muy complicado, fue como si pagáramos el fin del mundo en abonos, el planeta exigió un respiro de los humanos y la naturaleza tomo lo que le correspondía, entendimos que nosotros somos el cáncer, conocimos de primera mano el cautiverio, muchos que tenían trabajo o negocio de un día a otro se quedaron sin nada, por algo tan pequeño como un virus se puso en evidencia no solo la vida humana, si no, todo nuestro sistema, potencias mundiales se arrodillaron frente a una enfermedad, piases enteros colapsaron, vimos a cientos irse, uno tras otro, el temor, la ansiedad e incertidumbre se volvieron parte de nuestra vida diaria.
El televisor se volvió escuela, la computadora o los celulares ventanas al mundo,
en la distancia nos volvimos increíblemente cercanos, comenzamos a valorar las pequeñas cosas y aprendimos a ser agradecidos con lo que teníamos, aprendimos que el encierro puede volvernos realmente locos y sacar lo peor de nosotros, mientras unos trataban de ser civilizados, otros eran dominados por el miedo que produce la ignorancia y su comportamiento se trono violento, sus actos repulsivos, y en algunos casos despreciables.
Sentimientos como odio, aversión, mezquinad, ira, envidia, egoísmo empezaron a aflorar, pero también nos volvimos creativos, ideamos nuevas formas de entretenernos y entretener a los demás, sin embargo también dejamos salir la estupidez.
Al inicio de la cuarentena pasamos por varias etapas, amanecíamos con 'síntomas' de covid todos los días, un estornudo, ardor de garganta o nariz tapada nos generaba temor y lo primero que venia a nuestra mente era 'tengo covid' con el tiempo nos acostumbramos y ese pensamiento perdió fuerza..
afuera la naturaleza ganaba terreno al ser humano mientras el virus nos asechaba... pero entonces, recodamos que éramos conquistadores y dejamos que la estupidez ganara, muchos salieron de nuevo a las calles como si nada pasara, oíamos de muertes y enfermos todos los días en las noticias, era escandaloso, pero muchos decidieron que algo que no podían ver no los podía vencer, que si no lo veían no existía, cometarios en redes sociales como 'es invento del gobierno', 'no conozco a nadie enfermo de covid', 'mueren de otra cosa y les ponen que es covid'.. entre otras se volvieron comunes, entonces el virus se fue acercando mas y mas a cada uno de nosotros, de repente sabias del familiar de un amigo, o de algún compañero de trabajo, después algún primo, o hasta tu hermano y un día el vecino a 3 casas de la tuya moría por el virus, los sistemas de salud colapsaron, los médicos y enfermeras se volvieron super héroes.
Pero ahí no paro el 2020, aun faltaba mas, el ser humano le debía muchas a la madre naturaleza y la balanza aun no esta equilibrada.. el encierro hizo lo suyo y la violencia dentro de las casas creció, la falta de empleo, cuentas llegando, hicieron que muchos optaran por otros caminos, depresión, suicidio, el crimen desatado y después.. la naturaleza nos volvió a sacudir, huracanes, inundaciones, temblores.
Al final supongo que hay muchas lecciones que aprender, el 2020 ha sido un año despiadado pero los seres humanos también lo somos, no estoy segura si con esto saldamos nuestra deuda con la vida y el mundo, pero se que nada volverá a ser igual, el 2020 será el año que pasara a la historia por que no solo nos mostro lo frágiles que es nuestro mundo, también revoluciono la vida como la conocíamos, nos obligo a avanzar de un solo golpe y el que se negó a segur el ritmo se quedo en el camino.
extinción, el mundo, la vida, dios, el universo, como quiera que le llames a esa fuerza superior nos esta dando una advertencia e intenta decirnos algo, no todo esta perdido, aun hay amor, esperanza, fe.. podemos salir de esto y tratar de ser mejores.