Entre tantos mundos, entre tantos planos,
entre un sin número de coincidencias una mañana cualquiera la vida nos
puso de frente, una par de palabras y cuestión de negocios hicieron la
diferencia, yo en mi universo paralelo, tu.. en el tuyo…
Pasaron los días, las horas, vi muchas lunas irse al
amanecer, pase varias de mis noches junto a una persona que me producía pesadez,
pese a saber de tu existencia no eras más que un personaje de tantos que
aparecen en las historias. Después de un tiempo considerable, un perspicaz
mensaje le daba un vuelco a la historia, aun me pregunto el por que del
mensaje, porque si escribías una historia este afán de buscarme?
Tarde un poco en comprender que deseabas ver mas allá en mi ,
aunque creo que al principio no fue a si, creo que en un inicio solo querías matar
tu aburrucion y yo, bueno, yo vivió siempre inmersa en mi universo.
Poco a poco los mensajes se volvieron una forma de iniciar
la mañana, platicas eternas y fluidas, de alguna forma nos fuimos presentando
sin mascaras y tan transparentes como nos fue posible, tu ibas contando tu
verdad a medias, a cuenta gotas decías un poco de tu historia y entonces, no sé
en qué momento algo cambio. Se dio la oportunidad de estar nuevamente de
frente, a solas, miradas coquetas y manos inquietas, un beso y solo eso basto
para que tu universo y el mío se pusieran por un instante de cabeza.
Un beso me permitió decidir que me gustabas para mi, un beso
puso tu mundo al revés, labios mas tersos jamás probé, fue como besar nuevamente
por primera vez y justo cuando había decidido usar mis mejores tácticas contigo,
desaparecen las mascaras y confiesas la verdad, verdad que no me extraño pero
no era precisamente lo que deseaba escuchar, me debatí por instantes entre el
deber y el querer, decidí entrar al juego con cautela, ya sin apostar nada, sin
esperar nada y conociendo de antemano el desenlace, decidí vivir el momento y
esperando tener la inteligencia suficiente para detenerme cuando fuera necesario.
El tiempo fue tan breve que debería bastarme tan solo media
hoja para contar la historia, pero lo que venía con ese tiempo, lo que acompaña
a esta breve historia me da material como para una novela, en solo unos días dejaste
ver más de lo que tú misma imaginas, preguntas clave, comentarios atinados,
detalles que me dejaban entrar mas allá, te permití en instantes conocer un
poco de mi filosofía, de mi particular manera de ver la vida, te mostré que veo
lo que nadie ve y creo que eso te agrado, no necesite grandes tácticas de Don
Juan, tan solo basto con ser yo, mi mejor carta de presentación y logre atrapar
tu atención, tal vez un poco más que eso.
Que paso? Lo que era de esperarse, te viste en una encrucijada,
tal vez guiada por el momento, tal vez solo querías un pretexto, pero al final
solo adelantaste lo que se veía venir, te vi partir sabiendo lo que pasaría después,
te di tu espacio y no hace falta entrar en detalles de lo de mas, entonces,
llegaste a mi puerta, con los ojos rojos y vidriosos, cansados por el llanto,
la cara un poco desencajada, intentando ante todo parecer tranquila, marcaste
el camino que la historia llevaría, sin estar segura de que era la mejor opción,
no vi la alegría que tus ojos debían reflejar, te note y sentí tan triste, sentí
ese peso de culpa que te oprimía el pecho, note tu alma triste y vacilante, tu
sonrisa perdida y una lagrima lista para naufragar por tus mejillas.
Tu abrazo me decía no me sueltes, no me dejes ir, pero la decisión
era tuya y debía respetarla, sentí que actuaste mas por costumbre, por culpa
que por amor. Cuando me di la media vuelta, entendí que yo soy algo más que una
fuerte atracción, me toco la parte fácil, para mi es solo bajar el telón, que difícil
estar en tus zapatos.
Una breve historia pero con mucho contenido… nada pasa,
total, si recordamos que la física nos enseña que hay una inmensidad de mundos
paralelos donde hay repeticiones de nosotros mismos, diferentes pero en esencia
iguales, es en uno de estos universos paralelos donde ni siquiera existo.